Conozco a Juan Pedro Moreno (Director Creativo en Ogilvy Madrid) desde que estuvimos en los Scouts de San Fernando, luego coincidimos en la Universidad Antonio de Nebrija. Juanpe me explica todo el proceso creativo que les llevó a revivir virtualmente a La Faraona.
Cruzcampo buscaba una campaña de reposicionamiento. Juanpe cuenta que el concepto de los acentos podía dar mucho juego, en el sentido de forma de expresarse y forma de ser, pero les faltaba un prescriptor para elaborar un anuncio potente: “Todo el rato teníamos el equipo el runrún de decir que si Lola estuviera viva sería perfecta para decirlo. Nos quedaban así cinco o seis días para presentar, era sábado, después de las pizzas de la sobremesa empezamos a hablar sobre el mundo Deepfake y… ¡ahí va! ¡Si es que podemos revivir a Lola! Y ahí que nos lanzamos a por ello”.
A Cruzcampo le encantó la idea. Comprobaron que el Deepfake era viable y se lo presentaron a Lolita y Rosario Flores: “Esta reunión se le contaré a mis nietos por los anales de la historia. Ellas vinieron a la agencia, les explicamos la idea y que no habíamos encontrado una figura que lo pudiese transmitir. Pusimos el ejemplo de Carrie Fisher en Star Wars, para que entendiesen lo que queríamos hacer. Lo guay fue cuando le dimos al play, se escucha la maqueta y, nunca se me olvidará, Rosario se gira y dice: ‘No le cambiéis ni una coma. A mi madre le hubiera encantado decir esto’”.
Tenían fe en que la campaña fuera mediática y la realidad superó sus expectativas: «Teníamos un grupo de gente que iba a empezar a soltarla por WhatsApp, gente que manejase mucha masa y mucho chat y todo eso se trabajó un poquito antes de que se empezara a hablar en medios. Creo que era a las doce del mediodía cuando queríamos que Lolita y Rosario lo subieran, toda la identidad de Cruzcampo en sus perfiles cambiaba… y corrió tanto desde las 10:00 que tuvimos que adelantarlo a las 11:00. En una hora aquello empezó a reventar”.