En el periódico 20 Minutos leí que The New York Times había incluido a la empresa española Technosylva entre las mejores del mundo en 2020, por sus soluciones avanzadas de software para la prevención de incendios forestales. Contacté vía LinkedIn con su fundador, Joaquín Ramírez Cisneros, y aceptó hacer una entrevista. En 1997 empezó con su empresa en León y a los diez años se mudó a Estados Unidos para colaborar con San Diego Gas & Electric.
“Las compañías eléctricas trabajan mucho en limpiar por abajo las líneas, para evitar que cuando haya una chispa se genere un incendio, pero aun así hay muchas situaciones que son absolutamente caóticas, por ejemplo vientos extremos que pueden ocasionar que las líneas generen descargas. Ése es el riesgo y la posible responsabilidad financiera que pueden tener”, me cuenta Cisneros. Cada día Technosylva realiza unos 300 millones de simulaciones para las distintas empresas con las que colabora en California, con el fin de determinar qué partes de sus circuitos pueden generar un potencial problema, provocado por el viento, humo o vegetación: “Cuando hablamos de vegetación en el mundo de los incendios hablamos de combustibles. Precisamente ahora en la Sierra de Madrid el combustible se ha multiplicado por un factor de 10 con toda la caída de arbolado que ha habido por el efecto Filomena. Tenemos un grave problema en España, una cantidad enorme de biomasa que se ha convertido en una gran cantidad de madera muerta en el terreno».
Además, están trabajando con Google Traffic para poder integrar los datos de circulación: “Una de las partes más peligrosas de la gestión de una emergencia es la evacuación, para que así los operativos tengan esa información. O efectos secundarios como puede ser la nube de humo, que siempre nos quedamos con la idea de que los incendios queman casas, pero la realidad es que por el efecto del humo hay un efecto multiplicador por 10 de muertes que se dan por el impacto a personas mayores, o a personas que, por ejemplo este año, hemos tenido el COVID y las vías respiratorias son clave”.