Tomás Castellanos trabaja en un supermercado, pero en su tiempo libre empezó a aprender robótica y programación y primero se construyó un traje de Iron Man, luego los brazos mecánicos del Doctor Octopus: “Las piezas están impresas en 3D y tienen un par de ejes. Con unos controles en las manos vas moviendo esos ejes y las pinzas. Tenía previsto que fuera una sucesión de motores para tener más libertad de movimientos, recubiertos con tuberías de aluminio flexibles para que se viesen atractivos. Luego empecé a hacer bocetos y me alejé de esa idea, porque para alimentar tantos motores y controlarlos iba a necesitar 2.000 cables…”.
Su proyecto se viralizó en Twitter, incluso Marvel empezó a seguirle y a invitarle a preestrenos, pero Tomás se queja de que no ha recibido ofertas de trabajo con contrato fijo: «Sí que me han ofrecido cosillas que puedo compaginar y en las que estoy metido, como hacer publicidad en vídeos de YouTube. Me han ofrecido trabajos más serios pero tampoco te aseguran mucho la estabilidad”.